En pleno mes de agosto, cuando el calor es como un fuego ardiente, los mineros bajan a la mina para extraer el duro carbón.
Después de una pesada jornada marchan para sus casas. Al salir al exterior, la luz resplandeciente les ciega los ojos y la brisa suave como el terciopelo, les acaricia su rostro manchado y endurecido como una piedra de tanto trabajar. -Pipiola.
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